En este blog analizamos los juegos, pero dado que este Uncharted está sacado directamente del videojuego no solo hemos visto la película sino que os contamos qué nos ha parecido.
Lo más importante y ante todo: es Uncharted pero sin reventar ningún aspecto de la trama (sin spoilers).
Es muy difícil no saber qué es Uncharted si se vive en el mundo real, y con eso nos referimos a estar informado, al tanto de la tecnología y de los videojuegos. Los carteles poblaron las grandes ciudades cuando los juegos estuvieron a la venta, hubo tráileres en los cines y anuncios en TV, por lo que es complicado que pasase desapercibido. Y, por supuesto, la campaña de márquetin y publicidad por parte de Sony ha sido muy intensa para que todo el mundo se enterase de que la obra maestra de Naughty Dog (con permiso de The Last of Us) llegaba a los cines.
Una vez vista las conclusiones para este redactor son evidentes: lo he pasado como un enano. De hecho lo he pasado como lo pasé viendo la última de Spider-Man (que en español digo y diré Espiderman, guiño guiño), y eso me hace muy feliz. No esperaba ver una traslación directa de los videojuegos a la gran pantalla por el mero hecho de que son medios distintos y, por tanto, iba a haber cambios, pero qué queréis que os diga, los cambios me valen y me complacen.
Por supuesto la escena del avión es una maravilla y un regalo para los sentidos que NO, repito, NO se debe ver bajo ningún concepto en un móvil o una Tablet. No jugones, el cine de este tipo se debe ver en el cine, para donde ha sido concebido, y a poder ser con un pantallón lo más grande posible y sonido atronador. Vale, acepto verla luego en casa en pantalla grande y sonido 5.1 si puede ser, pero porque el cine en casa ha mejorado mucho.
Sobre la elección de los actores para encarnar a sus respectivos, la verdad es que al principio sí que choca y chocó que Mark Wahlberg fuera a ver Sully ya que estamos acostumbrados a una imagen más mayor del personaje, pero también es verdad que aquí se nos están narrando los inicios de su relación con Nate. En todo caso la química con Tom Holland es bastante buena y se nota, sobre todo, que se lo han pasado en grande rodando la película. Es Antonio Banderas el que podría haber dado más jugo si le hubieran dejado más minutos en pantalla, su villano es más arquetípico y hay cierto acto trágico que lleva a cabo que se nos antoja muy exagerado y fuera de lugar.
También es verdad que, a veces, hay algunos bajones de ritmo que pueden hacernos desconectar, pero es un fallo menor comparado con uno que sí nos parece muy grave y que ya debería estar más que solventado: darle más y más vueltas a la leyenda negra de España. ¿Es que no hemos aprendido ya? ¿Es que los americanos van a estar siempre con lo mismo despotricando de historias que son falsas solo porque no acabaron como ellos esperaban? Sí, se cometieron fallos en el pasado, pero eso no es excusa ni para cambiar los hechos ni para obviar u olvidar que se ha pedido perdón numerosas veces por dichos errores. Y para colmo, otra vez con Franco. No es que sea tema tabú, pero sinceramente, es cansino volver una y otra vez con lo mismo, sobre todo en una película como esta de aventuras que, para colmo, tiene gran parte rodada en España.
Otro aspecto que se debe comentar es el doblaje, al menos de los actores que más tiempo pasan en pantalla. Mario García se pega como una lapa a Tom Holland, este chico cada día lo hace mejor y la mímesis es perfecta, da gusto que se haya convertido en su voz habitual. Qué decir de Dani García, voz habitual también de Mark Wahlberg, no necesita grandes esfuerzos para demostrar por qué lleva años y años doblándole. Y luego está Salvador (Patxi) Aldeguer. Quien haya visto El Hormiguero hace poco habrá visto, como decía Juan Navarro Torelló en Linkedin, el mayor piropo que se le puede hacer a un actor de doblaje, y esto el “juramento” de Pablo Motos hacia Holland de que Banderas se dobla a sí mismo ya que logra que Aldeguer pase desapercibido.
Y así es: nuestro actor está doblado y genialmente doblado por Aldeguer, y el problema es que suena tan bien que, cuando hay más españoles cerca, la dicción de estos palidece al lado de la de Patxi, evidenciando quién tiene doblaje y quién no. Otra asignatura pendiente de los actores españoles que no son doblados: que se les entienda, hablar bien, alto y claro. Por último Sophia Ali también está bien doblada pero no sabemos quién lo ha hecho ya que en la ficha de la película pone “desconocido”, seguramente porque no quiera que su nombre figure en la ficha.
En todo caso en general es una adaptación muy buena, repleta de guiños más que agradecidos hacia los juegos que adapta y con un ritmo trepidante salvo por los susodichos bajones, puntuales por otra parte. El desenlace de estos ladrones 😉 promete secuela y esperemos que llegue porque hay material para rato y han demostrado que, cuando se quiere, las cosas se pueden hacer muy bien. A ver si para esa segunda entrega superan ciertos clichés históricos, entonces sí que sí el guion estará a la altura del descendiente de Sir Francis Drake y podrá decir Sic Parvis Magna.